MUDRAS, GEOMETRÍAS Y SONIDOS TICEAP

 

MUDRAS

Los mudras TICEAP son llaves, gestos, símbolos, sellos que se realizan con el cuerpo,  en particular con las manos, que permiten conectar con otros planos de conciencia trascendiendo al ego, sin pasar por la mente ordinaria, e imprimen en este plano aquello que convocan transformando energías a su paso.

Los mudras TICEAP conforman un sistema completo para la curación. Provienen de planos superiores de conciencia. Ellos se imprimen en el cuerpo físico por sincronía armónica y luego al repetirse, el mudra convoca la vibración adecuada, tanto para localizar planos de conciencia como para transformar energías distorsionadas o descalificadas en lo físico,  lo mental,  lo emocional y en lo energético.

Los mudras pueden considerarse un lenguaje del espíritu.

Los mudras son gestos de orden simbólico. Como todo símbolo se remite y conecta con aquello simbolizado. No se decodifican literalmente, ni fueron creados para ese fin. Mudra es aquello que es y mi mente ordinaria no puede explicar.

En los mudras participan la certeza, el sentir en el cuerpo y cambia la respiración. La energía se aquieta.

La certeza se manifiesta de la siguiente manera “sé que estoy ahí”, en la frecuencia indicada por el mudra. La certeza proviene del espacio en que evoco la memoria de esa vibración, fundamentalmente en el cuerpo físico, por haberlo realizado antes, por haberlo sincronizado armónicamente con otro o con una foto.

En el mudra la energía conecta o no conecta, no hay grises. El pasaje hacia la conexión es directo y no se pasa por otras bandas de frecuencias intermedias, es un viaje de punto a punto. De esta manera se evita la conexión con frecuencias indeseables o equivocadas.

Cuando conectamos con el mudra no hay emociones, hay un sentimiento, o más exactamente un estado.

Los mudras se despiertan básicamente con la conciencia de estar realizándolos y sincronizando la respiración con el mudra.

El cuerpo opera como una radio en donde los mudras son las estaciones, la “sintonía”.
Los mudras localizan distintas vibraciones. Distintas cualidades, realizan diversos trabajos energéticos tales como protecciones, limpiezas, y otros. Ellos conectan con distintas bandas de frecuencias personales o impersonales.

En la realización de mudras el cuerpo es instrumento de pasaje, no sobre utiliza energía propia. Toma y conduce la energía que se conecta con el mudra.

Con  los mudras se cumple la ley de sincronía armónica. En un grupo que está realizando mudras los que alcanzan la vibración conducen y/o colaboran con los  demás para que la alcancen (inducción armónica). Esta es la manera más fácil de aprender a usar un mudra. Es útil que alguien le enseñe a otro ayudándose con la sincronía armónica, más exactamente por inducción armónica  a imprimir en el cuerpo del otro dicha experiencia, una huella, una memoria.

De este modo el cuerpo despierta una memoria que permite luego en el uso a solas de los mudras su re-conocimiento (por evocación).

La sincronía armónica con los mudras se produce más allá de los estados ordinarios de la conciencia.

El mudra entonces trabaja a tres vías. Una, el cuerpo físico capaz de despertar a través de la memoria a una señal, el mudra. Dos, es antena que busca, y tres, se encuentra con determinada energía y no otra.

Entonces en la ejecución de un mudra se sincronizan tres cosas: el mudra como antena, lo que conecta afuera dicha antena y lo que conecta adentro en la memoria-archivo de cada uno.

Entre las ventajas que podríamos citar en relación al uso de mudras se encuentran las siguientes: no hay posibilidad de error (en cuanto a qué conecta) ni de pasaje por energías negativas.

Facilita la concentración-focalización de lo que estoy realizando.

No utiliza energía personal (adicional) en los trabajos. La única energía personal que utiliza es la necesaria para realizar la conexión (viaja).

Las energías que se convocan con estos mudras cualquiera sea su banda, han sido vehiculizados desde un plano Supramental.

Estos mudras son exactos, no trabajan por aproximación. Hacen exactamente lo que intentan hacer o no realizan nada. Por su vibración y origen no pueden utilizarse con intenciones negativas. No son funcionales a energías distorsionadas.

Esta última cualidad de estos mudras tiene un valor inmenso. Estamos diciendo que no puede pervertirse el instrumento por la frecuencia de su origen (mental infinito o supramental).

Esto también equivale a decir que los mudras se protegen a si mismos por la energía con que están construidos.

En la dualidad en la que vivimos, en donde muchas veces resulta tan difícil discernir sobre la calidad y cualidad de algunas energías, resulta de un valor infinito tener la gracia de contar con instrumentos de estas características. Esto implica también que no podemos hacer daño con ellos ni consciente, ni inconscientemente.

Hemos realizado una serie de clasificaciones de los mudras TICEAP a fin de comprender mejor su uso y su naturaleza.

Para comenzar diremos que todos los mudras poseen un punto de fuerza. ¿Qué queremos decir con esto? Una vez construido el mudra se verifica que la energía se conecta con algún punto particular del mudra, se siente algo semejante a un láser en determinado lugar de las manos.

Los mudras se clasifican en dos clases: los de localización y los de trabajo. Los de localización se refieren básicamente a ubicar bandas de frecuencia, cuerpo, niveles y seres. Viajan a cierto punto. Una vez allí indicamos con otros mudras el trabajo deseado y éste se realiza.

El trabajo puede ser interno para traer y conectar cierta cualidad, o bien puede ser externo para realizar cierto trabajo como por ejemplo reparar un chakra.

Por otro lado existen mudras estáticos y mudras dinámicos. Esto es sencillo, hay mudras que quedan quietos y hay otros que realizan ciertos movimientos rítmicos.
También se construyen series de mudras.

Por ejemplo: localizo un cuerpo con un mudra, luego localizo en ese cuerpo un chakra y luego, realizo un trabajo de limpieza, de carga, o de sincronización.

Los mudras son llaves, puertas, e instrumentos capaces de ayudar en la conexión con nuestra alma, con nuestro espíritu en el proceso de transformación del ego, en el crecimiento/aumento de la conciencia y en el descenso de la energía de altos niveles de frecuencia a esta dimensión.

Los mudras son sin lugar a dudas  un excelente puente, amoroso e inteligente, entre el mundo visible y el mundo invisible.


GEOMETRÍAS

Las geometrías TICEAP se ajustan a las leyes geométricas presentes en todas las creaciones del Universo. Ellas se utilizan para acceder a diferentes bandas de frecuencia y para realizar trabajos energéticos.

Las geometrías TICEAP se componen de dos series: la “dorada” y la “azul”. Estas geometrías son símbolos que al igual que los mudras TICEAP pueden utilizarse tanto para localizar una banda de frecuencia como para apoyar un trabajo. Las doradas son geometrías de localización y las azules de trabajo.

El modo de utilizarlas es básicamente el de la observación. Pueden observarse de dos maneras. Mirando el centro de la figura o bien mirando un costado el derecho o el izquierdo.

Todas las manifestaciones existentes están estructuradas según las leyes cósmicas y las leyes geométricas se ajustan a ellas.


SONIDOS

El sonido es vibración, los sonidos TICEAP se utilizan al igual que los mudras y las geometrías, para conectar con distintos planos vibratorios y para realizar trabajos energéticos.

El sonido es vibración, por lo tanto, repitiendo el sonido adecuado contamos con otro instrumento que puede facilitar la conexión tanto con planos diversos de la creación (según sea el sonido que se utiliza), como con tareas energéticas a realizar. Por ejemplo si deseamos hacer una limpieza podremos utilizar un mudra, una geometría y un sonido, y de este modo potenciar significativamente nuestra tarea.

Por otro lado el contar con tres instrumentos que por lo general pueden utilizarse conjuntamente nos facilita enormemente la posibilidad de acceder a la vibración deseada y se potencia entre sí el poder de los tres instrumentos.

Modo de utilizar los sonidos:

  1. Repita el sonido en silencio en forma reiterada.
  2. Entre paréntesis, a continuación de algunos sonidos, figura un número. Éste es el número mínimo de veces que habrá que repetir el sonido para acceder a la vibración.
  3. Luego se puede permanecer repitiendo el sonido todo el tiempo que necesite o quiera.
  4. El sonido convoca una forma y una cualidad “pura”. Por ejemplo, si usted repite el sonido ASSIMAC – GEUD JINAV convoca una energía “pura” del cuerpo físico, que por la repetición le ayudará a elevar y a armonizar la suya.

Lic. Silvia Kamienomostki
Ver CV     

»» Ir a Artículos
     »» Ir a Mudras y Geometrías

Para suscribirte a nuestro boletín podés hacer click aquí. Podrás darte de baja de la lista en el momento que lo desees en forma automática a través de los links que están contenidos en el mismo.

Todos los derechos reservados © | Todo el material contenido en esta web está regulado por las leyes de Derecho de Autor